¿Qué es el mal de ojo?
Es una fuerza negativa que se cree puede ser enviada a una persona por otra que, intencional o inadvertidamente, desea causarle daño. Esta energía malévola, que se alimenta de la envidia, los celos y el odio, se manifiesta a través de la mirada, generando un profundo malestar en la víctima. Se asocia a aquellos individuos que poseen una energía particularmente fuerte, que puede ser capaz de enfermar u ocasionar desgracias en los demás.
El mal de ojo se distingue de otras prácticas como la brujería o la salación, ya que puede ser lanzado incluso sin querer. Este mal puede ser ocasionado por personas del entorno del afectado, en ocasiones de una manera involuntaria, con solo la mirada o a través de algún sentimiento de admiración o envidia. Sin lugar a dudas, el principal mecanismo de transmisión del mal de ojo es la mirada de la persona que lo envía.
En algunas tradiciones, como la judía y la católica, se utilizan amuletos para proteger a las personas, especialmente a los niños pequeños, de este mal. Ejemplos de estos son el hilo rojo atado a la muñeca. Sin embargo, es fundamental conocer los síntomas que pueden indicar la presencia de esta condición en nuestros seres queridos para poder actuar de manera oportuna.